
Para nadie es un secreto que el sector cultura en Venezuela atraviesa desde hace unos años fuertes deslizamientos de ética profesional, tampoco es secreto que desde los hilos del poder vengan de donde vengan se han cometido un sinfín de arbitrariedades contra instituciones y personas que viven de esta profesión. Sería absurdo sostener que hay avances significativos en materia cultural cuando en nuestra cara nos han despojado de sedes, nos han censurado obras, nos han eliminado subsidios y hasta se nos ha vejado por creer que el arte de la mano con la educación son los únicos medios capaces de revolucionar un país.
Cuesta creer que haya tanta ineptitud, insensibilidad, malicia y hasta comodidad en personas ligadas a la cultura, cuesta creer que nosotros, los artistas personas “sensibles ante todo” seamos cómplices de injusticias tales como las sucedidas en las obras “Esperando al Italiano” y el “Eco de los Ciruelos”.
No quiero, ni me interesa ser el dedo acusador de las actitudes tomadas en ambos episodios por las partes involucradas, pero me alarma sobre manera el silencio absoluto de parte de los elencos que forman estas piezas teatrales. Puedo entender que los enfermos de poder se callen, pero lo que no entiendo es porque a estas alturas no ha existido un pronunciamiento oficial de los actores y actrices, de los productores y de los directores de ambas obras, ¿será que nos volvimos insensibles, será que hay miedo o intereses económicos de por medio?
Tampoco entiendo porque los gerentes del Trasnocho Cultural en el caso de la obra “Esperando al Italiano”, no han dicho nada en referencia a la carta del actor Hernán Marcano, lo justo es que nos den una explicación, lo justo es que se escuche su versión; ¡Recuerden, el que calla otorga!
De igual forma me gustaría conocer la explicación de los voceros del Ministerio del Poder Popular Para la Cultura o en su defecto del “Teatro Teresa Carreño” en relación a lo sucedido en la obra el “Eco de los ciruelos”, cuando sin son ni ton se les cerró el telón a los actores en plena función. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué bajar el telón e irrespetar al público? ¿Por qué censurar el arte?
¿Será que me equivoque y ya no hay fuertes deslizamientos de ética profesional sino que la cultura está en la mierda?
Espero que no
O.B.U